jueves, 21 de septiembre de 2017

Un arcoíris para el Caribe



Por: Laura Ruíz Montes



Cincuenta años se cumplen en este 2017 de la publicación en Cuba  de  Un arcoíris para el occidente cristiano, de René Depestre, el gran poeta haitiano. Por aquel entonces, Depestre llevaba años viviendo en Cuba y este libro, “poema misterio-vodú” (como lo calificara su traductor el poeta Heberto Padilla) fue su entrega para Casa de las Américas. Cincuenta años después seguimos leyendo el libro de ese negro raíz de arcoíris que Eliseo Diego  calificó como “admirable  en su concepto, rico de sortilegio…”

He aquí la historia aparente de estos versos: a un juez de Alabama se le aparecen los dioses del vodú haitiano, toman su casa y la convierten en el mágico escenario de sus ritos ancestrales. Atibon-Legba, Damballah Wedo y Agoue Tarroyo -dioses respectivos de las puertas y el hogar, de los ríos y el arcoíris y del mar- hacen su fiesta al pie de la noche dentro de aquellas paredes del sur norteamericano. A esos mismos dioses nos encomendamos hoy, creyentes y ateos, medio siglo después, rogándoles protejan, rescaten, reconstruyan nuestras islas: Haití, San Martín, Dominica, Barbuda, Puerto Rico, Cuba…, dañadas. Sostenemos estos versos en una mano. Con la otra, hoy, dibujamos en el suelo nuestro vevé, con los dedos llenos de harina de maíz, ceniza, borra de café y ladrillo cocido. Así andamos. Así reconstruimos el Caribe…

1 comentario:

  1. Me acuerdo de este gran libro como si hubiera salido ayer. Ahora, que el Caribe colonizado sufre un nuevo asalto por la naturaleza feroz, releer un libro así nos ayuda a recordar la fuerza que reside en la raiz. Gracias, Laura Ruiz, por mantener nuestra conciencia viviente de una región decimada por tantas fuerzas "naturales" y no naturales...

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